Mañana quedará tancat la Monumental de Barcelona. Salvo sorpresa de última hora por parte del Tribunal Constitucional, que puede tardar en dilucidar su sentencia incluso hasta dos años, ya no volverán a darse corridas de toros en Cataluña. El desorbitado apetito nacionalista, pantagruélico hasta decir basta, ve así sus ansias colmadas al menos durante un tiempo.
Los correbous se siguen dando sin problemas. A los defensores de los animales se les quedó una cara de tontuna enorme cuando vieron que los independentistas se habían aprovechado de su causa para conseguir sus mezquinos intereses. ¿Qué creían, que les importaba el sufrimiento animal
Ahora, nosotros nos preguntamos ¿Qué será lo siguiente? ¿Permitir todas las variedades de baile artístico salvo el flamenco, en los que se escuchan quejíos que parecen sufrimientos y eso puede atentar contra la integridad de los espectadores?
Barcelona cierra mañana, sí, pero lo hace con un cartel de No hay billetes, dejando en las arcas de la ciudad más de tres millones de euros en un fin de semana, ofreciendo una imagen de los aledaños de la Monumental realmente espectaculares: será una fiesta. Una fiesta de caracter universal como ya lo fue el #sialostoros en Twitter, una de las mayores redes sociales del mundo, en donde el apoyo a los toros fue el tema más comentado del día en España y, durante diez minutos, en todo el mundo.
Al mismo tiempo, los dirigentes catalnes proyectan al mundo una imagen de Cataluña censora, incapaz de respetar las disidencias, sancionadora, poseedora de una personalidad punitiva frente a la línea oficial de pensamiento y acto. Una imagen de una Cataluña que, para nada, es la de los catalanes.
Algo me dice que aquí no acaba este viaje, que no será mañana la última vez que pisemos la Monumental, que la Ley, ese mecanismo al servicio de las mayorías que respeten a las minorías y las salvaguarden, nos deparará un final de película.
Mientras tanto, sigamos acudiendo a los toros, defendiéndolos, reivindicándolos, amándolos, respetándolos. Firmemos la ILP Taurina. Haremos lo posible para traernos los documentos que permitan seguir recopilando firmas también en Alfaro. Entre todos, lo conseguiremos.
Los correbous se siguen dando sin problemas. A los defensores de los animales se les quedó una cara de tontuna enorme cuando vieron que los independentistas se habían aprovechado de su causa para conseguir sus mezquinos intereses. ¿Qué creían, que les importaba el sufrimiento animal
Ahora, nosotros nos preguntamos ¿Qué será lo siguiente? ¿Permitir todas las variedades de baile artístico salvo el flamenco, en los que se escuchan quejíos que parecen sufrimientos y eso puede atentar contra la integridad de los espectadores?
Barcelona cierra mañana, sí, pero lo hace con un cartel de No hay billetes, dejando en las arcas de la ciudad más de tres millones de euros en un fin de semana, ofreciendo una imagen de los aledaños de la Monumental realmente espectaculares: será una fiesta. Una fiesta de caracter universal como ya lo fue el #sialostoros en Twitter, una de las mayores redes sociales del mundo, en donde el apoyo a los toros fue el tema más comentado del día en España y, durante diez minutos, en todo el mundo.
Al mismo tiempo, los dirigentes catalnes proyectan al mundo una imagen de Cataluña censora, incapaz de respetar las disidencias, sancionadora, poseedora de una personalidad punitiva frente a la línea oficial de pensamiento y acto. Una imagen de una Cataluña que, para nada, es la de los catalanes.
Algo me dice que aquí no acaba este viaje, que no será mañana la última vez que pisemos la Monumental, que la Ley, ese mecanismo al servicio de las mayorías que respeten a las minorías y las salvaguarden, nos deparará un final de película.
Mientras tanto, sigamos acudiendo a los toros, defendiéndolos, reivindicándolos, amándolos, respetándolos. Firmemos la ILP Taurina. Haremos lo posible para traernos los documentos que permitan seguir recopilando firmas también en Alfaro. Entre todos, lo conseguiremos.
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