El pasado sábado 21 de noviembre fue el día elegido para poner punto y final a la temporada taurina de nuestra asociación y, cómo no, para hacer la entrega de nuestro trofeo, la Cigüeña de Oro del joyero alfareño Ángel Diestro, a Diego Urdiales.
La cita taurina quedó inaugurada poco después de las 20.30 h. de la tarde, cuando hacian entrada en la Sala de Conferencias del Antiguo Ayuntamiento el a la postre homenajeado torero de Arnedo y Pablo García Mancha, que llegó a Alfaro para brindarnos la oportunidad de conocer Los misterios de la torería.
Antes de dar inicio a la charla, nuestro presidente Ángel Jiménez nombró a Pablo Socio de Honor de El Toril, por "su apoyo, siempre constante y desinteresado, a esta Asociación y por su ardua labor en la defensa, la difusión y el conocimiento de la fiesta de los toros."
Nuestro tercer socio de Honor con Ángel Jiménez
Pablo caló hondo en el aficionado alfareño con una exposición amena y siempre didáctica, explicando lo que significa para él torear con sentimiento, introdujo a Mario Benedetti y a Francis Wolff, mostrando hasta qué punto la magia de la tauromaquia desafía a las fronteras y se hace universal, inspirando a las plumas más cuidadas y llegando a ser un concepto tan profundo que ni siquiera la metafísica puede serle ajena.
Pablo durante la charla con un fondo de lo más torero
A continuación, tomó la palabra Diego Urdiales para hablar como torea, despacio pero sincero, regalándonos sus sensaciones al ponerse delante de un toro y sus recuerdos de toda una vida, desde sus primeros capotazos a esos once años en los que el capote del profesor era casi tan grande como él, las complicadas circunstancias que todos los toreros tienen que superar para cumplir su sueño o esos valores como el valor, el esfuerzo y el sacrificio como elementos con los que forjar a un gran torero, pero también a una gran persona.
Pablo, Diego, presidente y Ángel Diestro al inicio de la noche
En el turno de preguntas, felicitaciones para el torero y el acierto del aficionado experimentado que, embriagado por la emoción que mana de la admiración y nace en entrañas, apuntó como verdadero eje del triunfo de Diego Urdiales el deseo del torero por pisar los terrenos del toro, ese que sólo pisan unos cuantos elegidos.
Más tarde, a partir de las 22.30 h. de la noche, tuvo lugar la Cena de Gala de la asociación, evento en el que socios y no socios de El Toril, pues las puertas de esta asociación siempre estarán abiertas para todo aquel que lo desee, compartieron mantel y disfrutaron de una velada repleta de anécdotas, recordando faenas vistas en Madrid, en Sevilla, en Bilbao y Zaragoza, San Sebastián o Pamplona, y por supuesto, aquella faena de Diego Urdiales en Alfaro que quedará para siempre en la historia de nuestra Plaza de Toros.
Diego toma el micrófono para agradecer el cariño de la afición de Alfaro
Al final, Diego recibió de Ángel Diestro la VII Cigüeña de Oro y con ella, el aplauso de un salón repleto y entregado.
Vista del salón, instantes antes de la entrega de la Cigüeña
Antes de dar inicio a la charla, nuestro presidente Ángel Jiménez nombró a Pablo Socio de Honor de El Toril, por "su apoyo, siempre constante y desinteresado, a esta Asociación y por su ardua labor en la defensa, la difusión y el conocimiento de la fiesta de los toros."
Nuestro tercer socio de Honor con Ángel Jiménez
Pablo caló hondo en el aficionado alfareño con una exposición amena y siempre didáctica, explicando lo que significa para él torear con sentimiento, introdujo a Mario Benedetti y a Francis Wolff, mostrando hasta qué punto la magia de la tauromaquia desafía a las fronteras y se hace universal, inspirando a las plumas más cuidadas y llegando a ser un concepto tan profundo que ni siquiera la metafísica puede serle ajena.
Pablo durante la charla con un fondo de lo más torero
A continuación, tomó la palabra Diego Urdiales para hablar como torea, despacio pero sincero, regalándonos sus sensaciones al ponerse delante de un toro y sus recuerdos de toda una vida, desde sus primeros capotazos a esos once años en los que el capote del profesor era casi tan grande como él, las complicadas circunstancias que todos los toreros tienen que superar para cumplir su sueño o esos valores como el valor, el esfuerzo y el sacrificio como elementos con los que forjar a un gran torero, pero también a una gran persona.
Pablo, Diego, presidente y Ángel Diestro al inicio de la noche
En el turno de preguntas, felicitaciones para el torero y el acierto del aficionado experimentado que, embriagado por la emoción que mana de la admiración y nace en entrañas, apuntó como verdadero eje del triunfo de Diego Urdiales el deseo del torero por pisar los terrenos del toro, ese que sólo pisan unos cuantos elegidos.
Más tarde, a partir de las 22.30 h. de la noche, tuvo lugar la Cena de Gala de la asociación, evento en el que socios y no socios de El Toril, pues las puertas de esta asociación siempre estarán abiertas para todo aquel que lo desee, compartieron mantel y disfrutaron de una velada repleta de anécdotas, recordando faenas vistas en Madrid, en Sevilla, en Bilbao y Zaragoza, San Sebastián o Pamplona, y por supuesto, aquella faena de Diego Urdiales en Alfaro que quedará para siempre en la historia de nuestra Plaza de Toros.
Diego toma el micrófono para agradecer el cariño de la afición de Alfaro
Al final, Diego recibió de Ángel Diestro la VII Cigüeña de Oro y con ella, el aplauso de un salón repleto y entregado.
Vista del salón, instantes antes de la entrega de la Cigüeña
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